A lo largo del tiempo, el tejido al crochet se ha ido haciendo cada vez mas popular y mas valorado. Su práctica se inició como una industria artesanal. En realidad sirvió de apoyo económico en algunas comunidades, cuando sus medios de subsistencia fueron escasos. Los artículos elaborados con punto de crochet, eran adquiridos por la clase media, o por las personas que querían incorporarse a la sociedad. Sin embargo, el ganchillo se veía como mera imitación de los tejidos de las familias ricas. Las personas que podían permitirse el lujo de pagar telas o encajes mas caros, elaborados con sistemas mas costosos, odiaban y despreciaban el crochet. ¿Podrían una reina, un bastidor y un francés lograr que el tejido al crochet se transformara en una aficción mundial? Leamos los siguientes descubrimientos.
La Reina Victoria fue una de las pioneras en atenuar un tanto la mala imagen que se tenía de este arte. Le gustaba el tejido al crochet. Compraba elaborados encajes que realizaban artesanos irlandeses y finalmente aprendió a realizar el tejido al crochet ella misma.
Evolución
El ganchillo, entre los años 1800 hasta aproximadamente 1950, se tejía con hilos muy finos. Entonces se realizaba en un bastidor. Debido al instrumento utilizado como base, se le llamaba ganchillo tambour francés o de tambor. Para realizar esta técnica, se tensaba una tela en el bastidor. Los ganchillos que se utilizaban eran tan finos como las agujas de coser. Después se desechó el bastidor y la tela de fondo como base, y empezó a realizarse la labor “al aire”. Hacia 1900 comenzaron a fabricarse los ganchillos de acero masivamente, lo que hizo el tejido al crochet mucho mas popular.
En la década de los años 50, los “crocheters” empezaron a utilizar hilos gruesos con los que se podían realizar labores y prendas mas rápidamente y con una menor cantidad de hilo. Para la década de 1960, el arte del tejido al crochet ya era muy popular. No solamente las amas de casa realizaban esta labor. Cada vez mas gente de todo tipo se interesó por esta técnica y el ganchillo enganchó a las generaciones mas jóvenes. Muchos quisieron aprender crochet. Se popularizaron los patrones de las abuelas y empezaron a surgir patrones y técnicas nuevas. La gente joven aportó al ganchillo colores brillantes y divertidos. Empezaron a incorporar detalles de crochet a su ropa y sus complementos, y el ganchillo se hizo definitivamente popular.